Los tatuajes inspirados en la arquitectura son piezas geométricas enfermizas y una celebración de lo lejos que hemos llegado como sociedad. ¿Alguna vez miras una impresionante obra de arquitectura y te preguntas cómo diablos llegamos a este punto? Así es como me siento cuando veo los intrincados diseños tallados en la Catedral de Milán, los impresionantes surcos del Hotel Morpheus en Macao, o incluso los detalles dorados en el American Radiator Building en la ciudad de Nueva York. Es casi inimaginable que hayamos pasado de forjar refugios a partir de las formas rocosas de la naturaleza a construir edificios que parecen desafiar la física y que con razón se encuentran entre las atracciones más codiciadas del mundo. La cuestión de cuándo empezó la arquitectura cambia según lo que se entienda por arquitectura. La necesidad de protección y protección ha existido desde tiempos inmemoriales. Desde que vivimos durante el Neolítico en el año 10.000 a.C. Hemos visto surgir estilos arquitectónicos destacados en culturas de todo el mundo, desde las antiguas pirámides egipcias hasta las columnas griegas clásicas que sostienen el Partenón, los arcos de hormigón que componen el Coliseo o el opulento estilo barroco que se refleja en la Basílica de San Pedro. Justo ante nuestros ojos, hemos visto cómo la arquitectura evoluciona con la sociedad misma, adaptándose constantemente a las nuevas circunstancias y ampliando los límites de lo que el diseño humano puede lograr. Los tatuajes de piezas arquitectónicas famosas no solo rinden homenaje a los avances de la civilización, sino que la geometría de estas piezas es un contraste enfermizo con el cuerpo humano. Un tatuaje inspirado en la arquitectura puede representar cualquier cosa, desde una reverencia por la innovación humana hasta un tributo a un hito preciado o incluso un símbolo de la casa de tu infancia que siempre tendrá un lugar especial en tu corazón. ¿Cuál es una obra arquitectónica fenomenal que crees que merece un lugar en tu piel?
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